Quiero un Abrazo

Desde este lunes el ambiente ha cambiado; las mañanas revitalizantes se marcharon, los resplandores fastidiantes tomaron vacaciones, y los sonidos de las pocas palomas cambiaron de turnos con las ráfagas congeladas que destruyen el poco calor que nos otorgan las sábanas, éstas acompañadas por la somnolienta oscuridad de las mañanas.

Esta semana, no da el mejor ambiente para levantarse a hacer los ejercicios matutinos; mi alarma suena, y sin tener madre, se la mento. Sigo profiriendo groserías, pues no se detiene en su bondadosa tarea de despertarme.

Abro el párpado, y por una esquina del ojo, la oscuridad de mi precario cuarto ordena a mi cuerpo a permanecer en su lugar. La lucha es ahora con el cerebro; o permanecer morsa o intentar bajar la guata es el dilema... la lucha es en desventaja, puesto que las ráfagas de frío animan a la morsa a quedarse. Y entonces, la conciencia es la mejor herramienta para las luchas.

"Conche... Este rollo de mierda...Tengo que bajar esta guata, anoche me encajé una salchipapa; el sábado un Chaufasa... si sigo así lo que hago es por las huevas..."

Duermo sin medias, así que se imaginaran lo que es para mí tocar el piso; un "ay ay ay" es lo primero que se escucha, afortunadamente mi hermano está de viaje, así que no escucha las primeras mariconadas del día. Ubico mis sandalias mañaneras, cruzo la cochera para entrar a la verdadera casa, todo es más oscuro, el ambiente es un poco más cálido, pero no deja de ser frío. Me dirijo al cuarto de mis padres, donde está la maquina cardiovascular que mi viejo compró hace un par de años, para darle la función de perchero; ahora yo la he rescatado para darle su verdadera función.

Llego al cuarto de ellos, y al abrir la puerta y a partir de este lunes, los envidié. La imagen de ellos abrazados combatiendo en conjunto el frío era armoniosa, una inteligente solución del por qué el ser humano no puede estar solo. Yo me quedé parado viéndolos en su estado de abrazo, generando calor, y yo sólo, desaliñado... cagándome de frío parado al costado del perchero, digo, máquina cardiovascular.

"Hola hijo, buenos días..."- Saluda mi madre.

"Hola Mamá, ¿qué tal papá?"- Respondo.

"Vas a hacer tus ejercicios"- Dice mi viejo.

"Ehhhhhh...."- Divago

"¿Te pasa algo? ¿Te duele tu barriguita? ¿Te hago tu manzanillita?"- Se alarma mi madre.

"No, no mamá!!!...quédate en tu camita...calentita...sí voy a hacer mis ejercicios"-Aclaro.

No voy a negarlo, esa mañana deseaba ser de nuevo Jotita, el niño, el bebe.

Me pensaba echado al medio de mis papás, protegidos por ellos, calentados por ellos, en los momentos libres de nuestra vida. Por eso no quería que mi madre se levantara, para mantener la ilusión de tener la chance de que esa mañana, pudiera estar al medio de ellos. A pesar que la realidad sea que al primer intento, mi viejo exclame: "Bájate de una buena vez!! ¿Estás cojudo? Viejonaso!! Acaso quieres reventar la cama!!!"

Aquella mañana sobreviví gracias al calor generado por los ejercicios, para luego casi morir de una neumonía al bañarme con agua caliente y salir calato a la cochera.

El día de mi cumpleaños, alguien muy importante reapareció para la fecha, una persona que siempre ha estado presente, pero físicamente y hasta mentalmente no; mientras yo servía tragos, en la cocina, se escuchó un : "este...estará Julio por acá? He venido por su cumpleaños".

Yo dejé todo lo que hacía para recibirlo, y era Walter; el que hizo el post anterior, y después de sus largos viajes, finalmente estaba frente a mí, el abrazo no esperó mucho más, fue cálido, y sin reserva para el reencuentro de dos grandes amigos.

"Negro de Mierda, después de 4 años que vienes a uno de mis cumpleaños, no sé porque te sigo considerando mi amigo"- Recrimino.

"Ay feo feo... tienes que comprender..." Se excusa.

Walter, Lucciano y yo

Hace poco nomás se graduó el flaco Raúl; el polideportivo de la PUCP es una inmensidad, si no tuviera un poco de suerte, lo hubiese visto en el modo pulga. Como uno de sus invitados, lancé los vítores de gloria cuando salió a recoger su diploma, dicho sea de paso, bien misios los recuerdos de la PUCP, así algunos de esta gloriosa casa de estudios se ufanan que son dioses, ayayayay... caso que no es del flaco, un tipaso que sabe donde está parado.

Obviamente al final de esta ceremonia, el asunto era encontrarlo, una maretada de gente inundaba el patio de brindis; el Nextel fue mi guía.

-¿Dónde andas Julio?- Dijo el flaco.

-Por la zona de entrada este, estoy ahí abajo.-Respondo

-A ver alza la mano!!

-Ya! Ahí estoy.

-No te veo...

-Estoy levantando la mano, ta mare! Hay dos manos otro huevón también la ha alzado frente mio!!

- Dile a tu pata que ubique a dos huevones entonces- Me dijo el tipo que también levantó la mano.

-Oe flaco, el pata me escuchó, ya somos dos, por favor busca a dos huevones alzando la mano.

Al final lo encontré, y la alegría de ver a un hermano como el flaco graduado es invaluable. El abrazo también, deseándole éxitos en su ya exitosa vida.

Ayer almorcé junto a Sayuri y Lucciano, por el cumpleaños de este último. Fue una tarde amena, donde descubrimos una vez más los dotes de científico, orador y lingüista de Lucciano; donde nos deleito con una explicación genial de lo que es un Asesor Comercial.

"Asesor Comercial es.... Comercial, pe" - Nos explicó Lucciano.

La negrita y yo nos quedamos pasmados ante tanta lucidez en la explicación etimológica de la palabra.

Luego, al final del almuerzo, en sus dotes de contador de historias, nos sorprendió cuando dijo que una vez salía con una chica que olía a "CACA MUERTA".

Una vez más Sayuri y yo nos quedamos desconcertados ante la inteligencia astrofísica que maneja mi amigo quisquidisqui Lucciano.

-Caca Muerta... Wow.. y ¿cómo es eso?- Preguntó la negra.

-Ehhh... Caca pero muerta, pe.- Respondió Lucciano.

-O sea, que la que yo hago cuando voy al baño, ¿Es la viva? - Pregunté.

-Jaja, no bueno...ete...ehhh - Explicaba Lucciano.

-Ya no ya, Caca Muerta, olor a caca muerta... debe ser más fea que la viva.- Concluyó la negra.

Después de estar divagando un rato, filosofando nuevamente en los tipos de olor de los mojones; nos detuvimos un rato, y simplemente tuve un arranque de un abrazo, quizás por el frío, quizás por el stress de andar misio por el robo; y para mi suerte una de las mejores "abrazadoras" del Perú estaba a mi costado; Sayuri, con su pequeña estatura, y su carácter explosivo, la negra es capaz de dar unos abrazos muy reconfortantes, que quitan el frío y el stress, sin implicar en estas acciones todo lo que tenga que ver con actitudes sexuales.

Y para mi mejor suerte, esta chata es mi mejor amiga, y me dio un abrazo normal, que hace tiempo que no recibía, contorneó con sus pequeños brazos mi cintura, lo cual no hubiese pasado si no bajaba la guata, y su cabeza un poco abajo de mi pecho, dado su estatura; fue un momento de nostalgia, un momento de flashback de mi vida y los abrazos de antes, como si una necesidad se creara, el de necesitar un abrazo, luego nos soltamos para seguir caminando; la negra se fue a su casa y con ella el tipo de abrazo que alguien como yo puede necesitar en este maldito invierno.

Lucciano también me abrazó luego, para despedirnos, pero ese no tuvo efecto alguno.

La negra está soltera ahorita, así que si hay alguien con una gran resistencia mental, puede ubicarme vía este blog para los contactos, ojo; que esté soltera o no, siempre voy a tener esos abrazos. Advertidos están.

Hoy es otro domingo, donde la mañana también ha sido cruel, mi hermano acaba de llegar de un largo viaje, me ha despertado a las 6:30 am, me ha hecho pisar el frío piso para abrirle la puerta y así detener sus jodidos timbrasos; lo abracé...

Regreso a mi cuarto, a echarme, solito, con frío... me pongo en posición fetal, me abrazo a mi mismo, no me da pena estar solo, pero a veces faltan unos brazos en la mañana. ¿Quién no quiere un abrazo?

PD: Se aceptan Abrazos al por mayor...