Cuánto te Odio, Cuánto te Amo

Las cosas están funcionando muy bien en estos días.

Corporalmente, me rajo cada mañana haciendo una pequeña rutina de ejercicios, lo que me permite encajarme pecaminosos bocaditos en las masivas tiendas de comida chatarra.

Personalmente, ando claro y fijo desde que desperté de la pesadilla, estoy en comunión con mi familia, y salgo siempre a divertirme con los amigos y primos.

Laboralmente, la capacitación está rindiendo frutos, así también estoy tomando con amplitud las funciones principales de mi chamba.

Es decir, a Julio Montenegro le va muy bien, es un chico que no le pasa nada, está contento, camina en la calle sin mirar a sus alrededores porque no tiene miedo que le pase algo; llega sonriendo a su casa, saludo a todos con un abrazo, se despide en las mañanas con su sanguchito en bolsa para comerlas religiosamente a las 11:00 am en la oficina; es tan lechero que su primo José lo va a recoger en su carro para irse juntos a laborar, es decir, no gasta ni en pasaje.

Llega a la oficina donde lo saludan a punta de unos efusivos: Buenos Días Julito! Toma asiento, se relaja un toque para luego abrir su agenda y planificar su día de trabajo y capacitaciones.

Ahhhhhh.... Qué maravillosa rutina, Julito se va a una reunión con la marca que va a representar, donde están viendo unos proyectos; está atento, escuchando, apuntando y aprendiendo de maestros en temas comerciales.

-Bueno Luis, coméntanos de otros proyectos.-Empieza Erika (mi capacitadora)

-Este, tengo en estos lugares, que son minas, municipalidades. Que basicamente son soluciones de redes, en las que les estaré pasando los datos para poder implementarlos con ustedes.- Dice un ansioso Luis, un cliente.

-Genial, ¿alguno más dónde podamos encajar?

-No...

-Bueno, acá podrás contactarte con Julio, que estará viendo todos los proyectos...

-Ah!! .... ya me acordé en cuál encajan perfecto y que es para ya!... uno en PetroPerú!!!

Pobre frase para Julio, ahora dejemos que él siga contando la historia en primera persona...

Aquella frase marcó una alteración en la bella rutina que tengo, en el ambiente de la reunión. Mis ojos se abrieron, tanto como mi casaca para dejar entrar un frío paralizante por todo mi cuerpo.

-Julio, no te olvides de apuntar ello, el gestionar una reunión en PetroPerú.- me señala Erika.

Yo me quedé mirando a Luis, con unas ganas de devorarlo sin la más minima razón.

-¡JULIO! ¿Ocurre algo?-Me dice Erika un poco sorprendida.

- ¿Hum?! No, nada, ya está apuntado... Si me permiten un momento, ya regreso- Sonrío nerviosamente y me voy de la sala de reuniones.

Llego al baño para verme la cara, que palidecía aún más al recorrer los minutos; me mojé la cara, tenía bastante frío, mi estomago se enfrió también, y seguido a ello me dieron las ganas inmensas de meterme la más grandiosa de las diarreas en honor a esa futura reunión.

Después de darme cuenta que mi presión se había bajado, así como dejar mis más sinceros recuerdos internos en aquel baño, regreso a la reunión para terminarla, y despedir a Luis con una pica tremenda por lo que acaba de hacer sin querer.

Regresamos a la oficina a la hora de almuerzo, así que regreso un rato a mi casa para reemplazar lo que dejé en el water hace una hora. Mi sien estaba palpitando, mi corazón acelerado, mis ojos amargados. Pero aún así, como encontrar en el sabor del plato, la excusa para olvidarme de tan furioso nombre mencionado.

Al final, el plato sabe a lo que siento en ese momento, ODIO.

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Todos los días a las 2:30pm. regreso a la chamba después de almorzar, tomo mi carrito a china, y en 10 minutos estoy en la oficina; en el camino siempre veo lo que ocurre por la ventana; pero en verdad siempre espero llegar al paradero que está junto al Ministerio de Trabajo; detrás de los paraderos, siempre hay 4 pies.

Un par de ellos está vestido con unos zapatitos de bailarina o ballerina, o como las chicas lo llamen, dejando ver parte sus pies blancos algo bronceados por el verano que ya se está yendo. Los otros dos, son unas zapatillas de campo que sirven para la ciudad, color marrones. Cada par se observa el uno al otro; enfundados siempre en las partes superiores por unos jeans.

Los veo y me trae una envidia sana, pero siempre maldita; a las 2:30 pm, sus dueños siempre están religiosamente detrás de ese paradero; alguna vez pasé a las 3:00 pm. y lo vi a él, un tipo que mide aproximadamente 1.75m a 1.80 m; un tipo bien parecido, y a ella nunca le vi el rostro, pero puedo asegurar que usa tinte pelirrojo; ambos estarán en los 20 años o menos.

"Amor de instituto, no hay nada más rico que saber que alguien estará pensando en tí fuera de tu casa, alguien que te haga tomar menos de lo que estás acostumbrado; alguien por la que te esfuerces en decir las sonseras más cursis; una más cursi y estúpida que la otra. Demonios! Alguien que te de un abrazo en estos días fríos, o alguien con quien comparar rutinas y conversarlas, y cuando la conversación se termine o no haya más que decir, empezar a besarla, para quitarle el stress a ella, y de paso a tí mismo; que envidia por los que están detrás de ese paradero"- Pienso en mi interior.

"Bah! ... No tienes tiempo para eso, además muy aparte de los besos y abrazos, ahí tienes a José (mi primo), así que no jodas."- Me excuso.

"Sigues amargado y cagándote de miedo por lo de la última vez..."-Me vuelvo a atacar.

"Hace un año y medio que no estoy en relación, es más, ni siquiera has tenido la valentía de proponer más que amistad a alguien...y si lo piensas bien... CASI NO HAS HECHO NUEVAS AMISTADES!!!"- Sale una reflexión pro-amor.

"Bah! Pero si eres patético!! Dudas hasta por un guiño, te lanzas cuando estás con tragos de más, y las chicas que te gustan no son de tomar mucho!"

"Además, ¿para qué vas a hacerlo? Para que termines llorando y humillado como la última vez? No no no no, juega play station, compra DVDs, escribe en tu blog, que para eso sí eres bueno... querer enamorarte de nuevo... son huevadas"

"Pero... ¿y si ocurre de nuevo?..."

"Nada que de nuevo!!! Y si ocurre de nuevo, al final vas a estar ansioso y cagándote de miedo a ver si realmente te corresponde, ya no estás para eso; y si te dice no... te vas a caer bastante; y para colmo ahora vas a tener que lidiar con esa persona que está en la recepción de PetroPerú".

"Demonios, eso sí que es grave....nos podemos ir a la misma mierda."

Hago una pausa mental en ese momento, trato de poner mente en blanco, lo consigo y pienso en lo más bonito.

"No se preocupen, ustedes saben que está.... sí, siempre está ella..."

Sonrío en el carro, mientras veo a los pies, mi o mis 500 mentes y sus millones de reflexiones se vuelven una, apoyando el amor, porque ella (que dicho sea de paso, la he mencionado en varios pasajes por acá) me da bastante ánimo al solo recordarla, a mejorarme cada vez más, y aunque ella siempre me dice lo contrario, yo creo que ella cada día merece considerarse la barra más alta.

"Pero... aún ella no siente lo mismo, puta madre"- Me resigno internamente, mientras me alejo de mis amigos los pies.





"Bueno, algún día será... ahora concentrate en tí mismo, para que puedas mejorar las ofertas de tu propia persona, empezando por bajar esa guata, deja de comer de noche cerdo! Y si lo haces duplica el ejercicio!!!" Me consuelo como un propio niño, pero es lo suficiente para poner la más cojuda cara alegre que pueda tener al llegar a trabajar.



Vaya, me pregunto si es obsesión o Amor; al fin y al cabo existe el amor de amigos; y con eso me excuso nuevamente.


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Bastó pensar en ella, para olvidarme de lo que había dicho Luis en la mañana, de escuchar PetroPerú y que retumbe en mi cerebro el nombre que no quiero escuchar más. Pero si voy a PetroPerú, de todas maneras tendré que enfrentar.



La pesadilla en la que estuve sumergido no fue por ese nombre, sino por mi debilidad, pero ella apretó el gatillo de la pistola que yo mismo había puesto en mi sien.



Hay cosas interesantes en la vida; dicen que el amor y el odio surgen casi de la misma zona del cerebro; y se cumple cabalmente el dicho "Del amor al odio hay un solo paso".



Cuando me enteré que era inevitable ir a esa entidad que tan malos recuerdos me trae, sólo tuve miedo de simular aquel encuentro en recepción; de ejecutar el odio, que es un sentimiento bastante parecido al amor; sabe igual, sabe real.



Tanto en el amor y el odio tu pecho se cierra cuando estás frente a la persona destinataria de ese sentimiento, tus manos pueden temblar, los químicos que recorren el cuerpo son los mismos.



Pero mientras en el amor, tu quieres correr a darle un abrazo por extrañarla, en el odio tu quieres correr a sacarle la mierda.



Mientras en el amor tu esperas lágrimas de felicidad, en el odio tú quieres que rompa en llanto pidiéndote perdón.



En el amor tú quieres decirle que viaje contigo a alguna paradisiaca playa, en el odio, tu la vas a mandar a la conche.



Y en el amor, tu quieres decirle cosas lindas y cursis, en el odio, quieres mentarle a la madre y a todas sus generaciones hasta llegar a Eva.



Se siente igual, pero por las acciones se pueden decir que son distintos sentimientos. Detesto odiar, me siento una mala persona por tener esos deseos contra otra persona; es terrible reconocer que cuando me recuperé de ese sueño, opté por olvidar todo lo que estuviera alrededor de ese nombre, por mi tranquilidad, por salud mental.



El amor y el odio, son como Caín y Abel, el amor y el odio, dos gemelos de distintos nombres.



Me siento a reflexionar una vez más...





"Oye, y... ¿qué hacemos con Petro-Perú?"


"Caballero, a ser profesionales..."


"Sí pues, que cagada...ni modo, nos saltearemos la recepción, seguro la hacemos linda...."


"Claaaro, estamos bien fuertes en este tema... la estamos haciendo linda..."


"Ah! Oigan...se han dado cuenta que estamos solo un buen tiempo?"


"Sí.. ¿Por?"


"Oigan...hace tiempo que no la vemos!!!!!"






PD: Sexo... ese ya es otro tema a tratar.