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Líos Dominicales


...La vida es complicada... ¡Vaya Descubrimiento, hombre!

Qué será que toda esta afirmación implica que la felicidad eterna no existe, que desde un inicio todos están resueltos al sufrimiento, al aburrimiento, angustias, nostalgias, entre otros sentimientos que atentan contra esta utopía sólo vista en cuentos de hadas.

Cuento de Hadas, que ni aún viviéndolo serás feliz.

Ha sido un excelente fin de semana; después de meses, finalmente, los mismos primos que hicimos de las noches dedicadas a nuestras parejas, las bohemias y regocijantes noches de solteros. Viernes de Oktoberfest y algo más, sábado de compañía y risas, terminando con un domingo acoplando a los restantes familiares (hermanos menores y Diego) con nuestra sana y feliz convención de juegos de red que organizamos. Age of Empires y Counter-Strike (en las versiones de hace 8 años) son nuestros favoritos.

¿Qué más se puede pedir? El viernes me quedé horas extras en el trabajo, eso no tiene nada de lindo, si no fuera por el hecho que tu jefe te ofrece a cambio unas cervezas con un delicioso pollo a la brasa, terminada la faena, él mismo te lleva a tu Oktoberfest para que te diviertas con tus relajados compañeros, hasta ahí ni un sol ha salido de mi billetera.


El buen Primo Mayor (dígase Commander in Chief) espera en la Videna con la entrada en mano a este joven, que conchudamente y sin vergüenza recibe la entrada agregando un "¿Qué, la entrada viene sin su Chela? Ya pues...Ich mochte ein Bier!! Quiero Mi Chela!!! Esto es Oktoberfest!" Como sabrán, en un ambiente alemán nunca puede faltar el rubio líquido de cebada; que ya se ha ganado un lugar en mi ya voluminosa panza y mi inconforme corazón. El Buen Primo no sólo me entrega un Señor Vaso de cerveza, sino un plato de la otra exquisitez germana; los embutidos. El lector común confirmará que me gusta hacer de homosexual, o de maricón escandaloso, pero qué rico chorizo carajo. Mientras disfrutaba todo eso, mi billetera descansaba alegremente a pesar del rico baile de alegría de mi bolsillo.

Al son de la música de la preciosa Sarah (sagga es su pronunciación) y su banda, andaba todo descarado con el chorizo en la boca observando las beldades que bailaban a mi alrededor, a lo cual yo definitivamente resigné a que no bailarían conmigo; no era para sentise mal, el objetivo era tomar la cerveza y en ese momento, disfrutar el delicioso Wurst mit KartoffelSalat (si está bien escrito es Salchicha con Ensalada de Papa).



La diversión ya estaba buena desde que llegué con algunos vasos encima, éstos iban y venian en la Videna al son de la música, la diversión era entre primos y amigos, todos calzoncillos con mucho que desear y poco para conseguir. No es que sea acomplejado, pero el día laboral se quedó con mi habilidad de filtreo, la cual no es mucha dicho sea de paso; sino que en las noches no sólo mis pies se hinchan sino el resto de mi cuerpo. Esa queja la trataré luego. Mi vestir era del típico relajado de oficina así que no pasé como ñoño, aunque la pulcritud no me acompañó debido a que me desgasté durante el día con ella.

Pasadas unas cuantas horas con la sonrisa de fachada, los aventureros primos decidimos coincidir con ciertas personas a una cita que duró a altas horas de la madrugada. Pero esta ya es otra historia, con final feliz y quizás de infarto.

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"Despiértate Imbecilito!" Dijo mi alarmante subconsciente acompañado por la aún más alharacosa alarma de mi celular.

"Ouuuuuuuuuu .......'ta mare; ¿Qué hora ..........Chuch!!!.. las 11 am!! Ta madre, voy o no voy??? aHHHHHHHHH ya para qué???"



La distancia que separa mi cama de la silla de mi oficina es en tiempo 80 minutos; casi tan igual como irse a Huancayo, sólo que tres cuadras antes. Calculando el tiempo de aseo, la espera de la siempre fiel 32 B; la leída de los titulares en los quioscos; llegaría alrededor de la 1 pm...exactamente a la hora del almuerzo; a las 2pm empezaría a trabajar, pero es sábado y la empresa a esa hora cierra, entonces.... ¿Ya para qué? ... "Completa tus 8 horas de sueño nomás", me dije.



Levantado de aquel asesinato de hígados que fue la madrugada anterior, decidí pasar el día con una de mis aficiones favoritas, la lucha libre; es así como me tiré una maratónica jornada de 8 horas, pretendiendo alcanzar a mis compañeros del entorno fanático de esta zona de Sudamérica que me llevan más de dos meses de ventaja; final feliz: Unforgiven 2008; Chris Jericho World Champion.

Chris Jericho

No pensé verlo ni en el mejor de mis sueños, quería sacar cacha a mis más cercanos de este mundillo, pero conociendo a mi amigo Nandito, era muy probable que me suelte spoilers y me cague dos meses de mi vida, es un gordito pendejerete.




Lo del domingo fue muy bueno así como extenso con los inefables juegos de red; fue todo un día divertido, donde todos los primos perdimos al menos 10 años de edad; y nos sumergimos en aquellos años de los que nunca hubieramos querido salir. No gané ninguna partida, pero nadie me quita lo gozado de haber retado a Chivín, decirle todo un pergamino de chapas, así como jugar al lado de Chatín Pipilín, dudar de Cepillín, y ayudar a Orejitas para que no pierda su aldea a los 5 minutos del inicio.



De 3pm a 11pm estuvimos jugando, ya los ojos rojos nos mandaban un carajaso para ir a dormir, la flojera para trabajar empieza siempre a esas horas.

No me había divertido tanto en un fin de semana como este, fue full risas, alegrías, cervezas, etc. Sin romance porque no me quería complicar con lo interesante.

Pero, acabada la jornada, la angustia entra, sentado frente a la pantalla me pregunto a veces como estará, a veces quién será, saber lo que ha hecho, o que hará. Si ese quién es un "Ella" o es un "Yo". Es la parte que uno nunca a va a entender.

Se dice que el hombre es feliz teniendo tres cosas; y todas las tuve este fin de semana, este domingo me sentí como una mujer. Las mujeres se les entrega todo una lista de centenas de detalles para hacerla feliz y ni aún así lo es.

Tengo meses de recuperado, pero la terapia parece que aún tiene que seguir, hay gente que nos gusta sufrir, nos deleita sentir el pecho apretado, los nervios de la inseguridad se sienten a carcajada; con todo esto, me alegra ser soltero, pero no niego que busco lo interesante, el romance, aquello que te crispa los nervios, como una buena película de suspenso. Este fin de semana lo tuve todo en diversión, pero mi cuerpo, pidió suspenso.

Y teniendo ese dilema como este fin de semana, afirmo que la vida es complicada, y dudo una vez más que exista la felicidad, o quizás estuvo conmigo, hasta el domingo a las 11 pm.