Todos tienen sus características de niñez, si las historias del nacimiento eran bastantes, durante la niñez se generarán otras más emocionantes, algunas inocentes, y otros anécdotas muy pícaros.
En este caso, entraremos a generalizar el entorno clásico de una niñez normal, evitaremos los anécdotas de colegio, pues esto ya será tema de otra entrada que supongo será muy interesante.
Los puntos de vista de una niñez varían siempre, no solamente de acuerdo a lo que es la personalidad, o características que puedan generarse en esta niñez, sino por el orden de salida de la fábrica de mami; en mi caso, me tocó ser primero.
Este es un pensamiento que tengo desde que soy un infante, ¿Por qué tuve que ser el primero en salir? Supongo que no me quedaba alternativa alguna, instinto de supervivencia se dice, en esos tiempos tendría pocos días con vida en las bolsas paternales, así como que era en ese momento o nunca, la respuesta que nunca tendré es ¿Cómo hice para ganarle a los millones de hermanitos que querrían seguir creciendo?
Finalmente habiendo llegado primero, me cuestiono la decisión de Dios y la vida de darme el lugar del promogénito; soy una persona a veces tan despreocupada y floja en asuntos familiares como para cargar con la responsabilidad de "tienes que ser el ejemplo de tus hermanos"; "tienes que ser mejor que tu padre"; "eres el segundo hombre de la casa"; entre otras clásicas frases con las cuales nos aturden a nosotros los pobres primogénitos. Por Dios, sólamente tenía 3 años cuando empezaron a repetirme la tabla de los TIENES!!
Otro de los factores de desarrollo en la niñez son los hermanos; desde mi punto de vista personal, ser hijo único es de las cosas más aburridas que puede ocurrir, al menos eso creo pues en sí mi vida desde un inicio tuvo compañía rápida en el nacimiento de mi hermano exactamente un año después de mi nacimiento; la competencia inicial en esta vida estaba dada desde que él llegó.
Ambos tuvimos trato de parte de nuestros padres de manera igualitaria, obviamente yo crecía primero, y luego él me seguía,obviamente no a la manera de imitación total, pues entonces no sería un personaje del temple que es actualmente.
Para poner las cosas interesantes, tiene que entrar un tercer elemento para que la fórmula de vida se haga mucho más interesante, me refiero a la pequeña hermanita; con ella, ya se tiene al hermano mayor (Don Nadie para ustedes); el hermano sandwich; y la pequeña engreída hermanita. En esta fuerte competición de la vida, será el mayor contra la niñita por conseguir la mayor atención posible, siendo arbitrados por el hermano sandwich, que históricamente se cree que no se le presta atención (obviamente esta leyenda que parece cierta no es en realidad verdad, pues en teoría los padres prestan atención a todos por igual, lo único que hace que esto sea así es que los sandwich tienden a independizarse más rápido porque creen que no pueden con la atención que se le da al mayor en su crecimiento, y a la menor en los cuidados que se les da; es por ello que muchos de ellos son una gran proeza).
Tu entorno humano: La familia fuera del núcleo
El niño es como una esponja que absorbe todo lo que ve a su alrededor, si ves corredores te darán ganas de correr, si ves nadadores tendrás ganas de nadar, si ves a Superman, simplemente te aseguro que te sacarás la choña; y si ves a mujeres, mmmmm.. no pasa nada porque a esa edad realmente te importa un bledo la diferencia de sexos (ahora que lo pienso mejor, siempre existe la curiosidad del por qué nuestros cuerpos son diferentes de la cadera para abajo... ay la niñez).
Esto es lo que ocurre normalmente con la familia, todo lo que vemos en ellos, es todo lo que vamos a hacer, es por ello que ciertos tipos de comportamiento suelen ser sellos característicos de una familia; si tu tienes un amigo sumamente tacaño, sabrás que si vas a estudiar a su casa entonces vas a tener que llevar tus 8 soles para tu cuarto de pollo; si tienes un amigo totalmente bondadoso así como dejado, sabrás que literalmente SU CASA ES TU CASA (Presente!!).
Entonces, el caso de la familia de este personaje llega a ser un toque extensa así como interesante, llenas de personajes (no conocidos, vale resaltar) es obvio que uno va a absorver bastantes características, algunas positivas y otras negativas, pues en muchas familias, sino en todas existen los siguientes personajes y sus atributos: El tío pelado pícaro y palero; el tío optimista, emprendedor y hablador; la tía dulcesita; el tío bohemio (entiéndase el menor), y por supuesto mi papá cuyos atributos serán motivo de relatos más largos en la posterioridad, pero el queda como el tío gordito bonachón, respetado y raramente visto (El Mayor). Entiéndase que todos ellos están acomodados en lo que es la feliz clase media con ganas de quedarse ahí, pues conocemos claramente que es el lugar más feliz de la sociedad.
A mis 3 años de edad me comí la idea de que la galantería está en mis genes, teniendo un abuelo que nunca conocí con 7 hijos de distintas mujeres y otros no reconocidos; y el otro sobreviviente engrosando las páginas blancas con nuestro apellido (obvia exageración), pues debí creermela, muy a pesar que mi padre es una persona recatada y sin historial de pícaro.
OK, estaba en Piura, había una niña mayor que yo por 3 años, supongo que muy linda para que rompiera la barrera que distancia el acercamiento entre niños y niñas; simplemente estuvimos jugando todo el día, aquel día bonito y caluroso del año 89; no puedo decir las cosas con exactitud pues el tiempo ha borrado los detalles, pero llegó un momento de tierna conversación "Ete... ¿esto va acá?" decía yo mientras armaba un rompecabeza "Tí allí va!!"; "Tí!! Es ayí!!"...
...Y sin saber que hacía, quizás seducido por el placer que veía en los actores de novelas o películas de mi infancia, quise saber que se sentía dar un beso, así que me acerqué a su cachetito de niña, puse mi boca en la forma de piquito de pollo, me acercaba lentísimo, para el vértigo de la situación, ya estaba llegando .... ZUACATELAS!!!!!!
Es por ello que uno se hace de acuerdo a su entorno, si aquellos tíos nunca hubieran empujado tanto desde que era pequeño, quizás ahorita sea otra persona; quizás si mi tío el emprendedor sea una persona de actuar, ahorita estaríamos más arriba de la clase feliz media.
Y acá hay mención honrosa para mi dulce tía, que me reforzó los valores sensibilidad y empatía con la gente, creo que es el valor más preciado que ella puede tener.
Viendo todos aquellos factores, y viendo lo largo que es esta entrada, démonos un descanso, pues en la siguiente veremos más acción en las aventuras del pequeño grumete, dígase Don Nadie en el futuro.
En la reflexión, la niñez es una etapa que nunca va a acabar, siempre regresaremos a ella para recordar los momentos más fáciles y divertidos de la vida; así como revivirlos en aquellos arranques de felicidad o engreimiento que la vida nos tiene deparados.
1 comentarios:
Me da pena que, al parecer, hayas dejado ya de contar tu vida de Don Nadie... siempre lo he pensado, las vidas anónimas, las simples, las normales... son aquellas que mas reales son.
Si lees esto y te lo permite el tiempo me gustaría que sigas contando tus experiencias...
Attn: Un anónimo
Me da pena que, al parecer, hayas dejado ya de contar tu vida de Don Nadie... siempre lo he pensado, las vidas anónimas, las simples, las normales... son aquellas que mas reales son.
Si lees esto y te lo permite el tiempo me gustaría que sigas contando tus experiencias...
Attn: Un anónimo
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